martes, 2 de octubre de 2012

A seguir creyendo...

Macandme volvió a ganar y, fiel a su estilo, se acomoda en los puestos de vanguardia. Esta vez se impuso por la mínima a Isotopos, conjunto que viene realizando una buena campaña en este Clausura 2012.
Lo cierto es que el conjunto “celeste” recién se aseguró la victoria sobre tiempo cumplido cuando Emanuel Mariñas transformó en un verdadero golazo una pelota que cayó cerca del arco rival luego de una serie de rebotes.
El partido fue parejo a lo largo de los veinte minutos iniciales. Pablo Heredia respondía de gran forma bajo los 3 palos y al tiempo que también contribuía en la ofensiva, ya que un remate del arquero hubiese terminado en gol si no se hubiese desviado en el goleador Mariano López. Sin embargo, el propio goleador sería en el encargado de la apertura del marcador a la salida de un tiro de esquina.
A partir del gol, Macandme comenzó a dominar las acciones. Si bien no era tan vertical a la hora de atacar, tampoco pasaba mayores sobresaltos en defensa. Así fue como se fue lo que quedaba del primer tiempo y buena parte del segundo.
El partido, de a poco, entró en un pozo del cual no pudo salir ni aun después de la sanción del penal que el arquero de Isotopos le cometió a López. Es que el casi infalible Agustín Iñigo desvió su remate, dándole vida al conjunto azul.
Y ahí, el axioma mas viejo y conocido del futbol dijo presente: Macandme no liquidó el partido y a la salida de un tiro libre, una serie de rebotes favoreció a los delanteros de Isotopos que de atropellada igualaban la contienda.
El final fue de golpe por golpe. Ambos estaban obligados a ganar si quería seguir prendido en la lucha por la cima. Pero fue finalmente Macandme quien se llevaría las 2 unidades producto de una genialidad del mellizo Emanuel Mariñas, que, tras un serie de rebotes, capturó de volea una pelota cerca del área rival, dándole la victoria a su equipo.
Ahora, Macandme deberá medirse nada más ni nada menos que ante Sao Caetano, actual puntero y máximo campeón del certamen, en un duelo que promete…

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